¿De vuelta a la senda de los 10 millones de turistas?

De acuerdo con la definición de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Turismo es toda actividad realizada por un visitante. El visitante, es aquel que viaja a un destino diferente al de su entorno habitual por una duración menor a un año, con cualquier finalidad (ocio, negocios o razones personales). El visitante se clasifica como turistas (si pernocta) o como excursionista si no pernocta. El visitante a su vez puede ser local o internacional. El visitante internacional es un no residente que viaja a otro país. Esa definición es clara y detallada.

Bajo esta misma definición, gobierno tras gobierno han medido el flujo de turistas. De hecho, a partir del año 2012 el gobierno de turno, se propuso una meta, acogida por los dominicanos, de alcanzar los 10 millones de turistas en un período de 10 años, es decir 2022. Estos diez millones incluían todos los turistas no residentes que ingresaban vía aérea y cruceristas. Así queda claro en el último discurso de rendición de cuentas del expresidente Danilo Medina, donde dijo textualmente: “En 2012 visitaban el país 4.5 millones de turistas al año, lo que nos generaba un ingreso de 4 mil 600 millones de dólares, ambas cifras nada despreciables. En 2019, la República Dominicana recibió 7.5 millones, entre turistas que ingresaron vía aérea y cruceristas, y esto a pesar de las dificultades experimentadas por el sector a raíz de la cobertura de noticias negativas por medios de prensa externos, que implicaron la moderación de su tendencia de crecimiento” y continúa “Como saben, en este sector nos propusimos una meta ambiciosa: que en un periodo de 10 años, el país recibiera 10 millones de turistas anuales. Y esa meta, si sigue la tendencia que hemos marcado, se cumplirá en 3 años, tal como dijimos”. (Tomado del Listín Diario). En ese desempeño el turista de origen dominicano jugó un rol importante. Como dice explícitamente en su discurso, estas cifras incluyen todos los visitantes aéreos no residentes (de origen dominicano o extranjero), o sea los turistas, más los cruceristas al menos para 2019 (ya que en 2012 parece que por error no se incluyeron los cruceristas, solo los turistas, lo que hace las cifras incomparables).

En la primera semana de cada mes, un hecho sin precedente, el Ministerio de Turismo, informa al país las cifras de turistas al cierre del mes anterior. En su último informe sobre turismo para el mes de julio 2022, el Banco Central informó que: “Al analizar el turismo receptor por vía aérea durante el mes de julio del año 2022, los registros muestran que la llegada de pasajeros no residentes alcanzó la cifra récord de 735,064 visitantes, al ser el mes de mayor recepción de turistas en la serie histórica, para un aumento de 171,077 viajeros adicionales (30.3 %) con respecto a igual período del año 2021. De esta llegada, el 80.4 % corresponde a viajeros extranjeros (591,078 pasajeros) que eligieron al país como destino turístico y el restante 19.6 % a dominicanos no residentes (143,986 pasajeros). En términos acumulados, para el período enero-julio del año 2022 se registró un flujo sin precedentes para los primeros siete meses de un año de 4,282,207 no residentes… Cabe destacar que, al compararse con el período prepandemia, la llegada de turistas para dicho período superó en 115,561 pasajeros el arribo registrado en enero-julio del año 2019”.

 

La recuperación ocurre a pesar de los choques negativos que sufrimos al inicio del año 2022. En los primeros dos meses del año el Ómicron afectó duramente el turismo internacional provocando nuevos cierres y más barreras a los viajes. A esto se sumó una fuerte nevada ocurrida en Estados Unidos que sacudió la disponibilidad de vuelos. Ya en marzo 2022 la guerra entre Rusia y Ucrania vino a poner la cereza al pastel. Mientras en los últimos años en los primeros dos meses del año llegaban 46,000 rusos y ucranianos, esta cifra casi se duplicó para el 2022, una tendencia que inicio desde la reapertura. Se estima que, de no suceder la guerra, para el período marzo – julio, se hubiesen recibido unos 163,404 turistas adicionales. Las medidas tomadas y las reaperturas mundiales, durante el periodo abril – julio, llevaron a superar en un 12% los niveles prepandemia en ese período. En ausencia de la guerra, las llegadas se ubicarían casi 20% por encima de los años prepandemia. Cuatro meses consecutivos de crecimiento es un excelente signo de recuperación, una especie de remisión de los efectos del COVID-19.

Las cifras de visitantes totales, incluyendo cruceristas también muestran recuperación, con valores récord para el período enero-julio 2022.

Todo parece indicar que lo peor ha pasado y llevamos otra senda. Una senda más esperanzadora. Un indicador de tendencia que muestra el valor anualizado de los visitantes totales, es decir, turistas y excursionistas, muestra que en julio 2022 ya alcanzamos el mayor valor histórico de visitas del exterior, con 7.75 millones vs 7.72 millones para junio 2019. Posiblemente estamos de vuelta a la senda de los 10 millones de turistas, y muy pocos países han logrado llegar a los niveles prepandemia. ¿Será este comportamiento la entrada a la etapa de la pospeoridad o de la recuperación? Si somos coherentes, recuperación sería la respuesta.

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